miércoles, 15 de junio de 2011

Nuestra primera cita


La naturaleza nos regalo aquella flor, como presagio de lo venidero, profetizando en sus pétalos la buenaventura de una próxima travesía, siendo aquella la partida de lo inesperado, encontrando sin haber buscado, recibiendo sin haber solicitado.

Así es la vida, una larga espera negándote lo soñado y cuando no lo pides, cuando te resignas a su carencia, una flor desciende desde lo alto para decirte que la espera ha terminado.

Antes de aquella flor, era yo en la nada, después de aquella flor, soy yo junto a ti, no hay nada que solicite, no hay nada que pedir

Verte junto a mi cada día es lo que me permite vivir así

Feliz

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