lunes, 5 de septiembre de 2011

ERA



Nace la esperanza dormida, la dulce espera del alma mía
quisiera que los vientos trajeran en sus ansias
la rueda de la fortuna envuelta de esperanzas...
Como quien en su nombre esconde en su vientre
mil historias nuevas que avanzan y se arrepienten...
Ante tus ojos brujos que la vida me ha dado
en un rincón del pueblo que tengo olvidado...
Mi secreto abre la llave de los misterios
los velos que ocultaban y escondían revuelos...
Nada es para siempre y todo queda dado
los abanicos nobles de castillos encantados...
Dulce es la vida que sorprende a las nuestras,
crecen en mis sueños los aires y las princesas
con dulzura infinita que cicatriza las sienes
que neva en la corona de nuestros vaivénes...
Toma esa fuerza que seduce al alba
que endurece los sentimientos que escapan a la magia
todo se condice y se vuelve esperanza
para que avancemos en la nueva era.

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